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Nuestro saludo por esta tradicional festividad

UCELCA adhiere a la conmemoración de un nuevo domingo de Pascua de Resurrección al finalizar la Semana Santa, con un mensaje de esperanza para el tiempo que viene, como sinónimo de la vuelta a la vida que plantea esta celebración.

Por ese motivo, deseamos a todos los miembros de nuestra comunidad cooperativa un domingo de paz y plenitud en la reunión familiar o de amigos, que tradicionalmente se concreta en esta fecha.


Estas reuniones, especialmente en la cultura latina, están muy asociadas a determinados sabores típicos de Pascua, como las roscas y los huevos o conejos de chocolate. ¿Sabías de dónde proviene esta tradición? Aquí te lo contamos.


El huevo como símbolo de vida

En el antiguo Egipto, para esa cultura, el huevo simbolizaba la vida. Incluso aparecía en los jeroglíficos, como un elemento destacado por los dioses.

En las celebraciones actuales de la pascua egipcia, el huevo sigue ocupando un rol central, ya que se relaciona con el comienzo de la primavera, la época de mayor fertilidad y bonanza para las cosechas.

En estos festejos modernos, se acostumbra hervir los huevos que luego son pintados y decorados con frases para los seres queridos. Una vez listos, los dejan en canastas con hojas de palma y los cuelgan en los árboles sobre las casas, esperando que los dioses se los lleven con sus deseos al amanecer.


«Easter», la Pascua en inglés.

Otro de los posibles orígenes estaría relacionado con Eostre, una diosa teutónica de la luz naciente del día y de la primavera. Según el monje Beda el Venerable, de ella surge el término inglés para Pascua, «Easter».

Esta deidad era venerada por los babilonios como Astarté o Istar, la diosa de la fertilidad. Sus símbolos eran los huevos, que se traducían como una señal de nacimiento, y los conejos, ya que representaban la reproducción prolífica. Ambas figuras son las que utilizan hoy por hoy como símbolo de las Pascuas.

Un origen más moderno podría ser la Cuaresma católica. En la antigüedad, además de prohibirse el consumo de carne durante este periodo (40 días antes de la muerte de Cristo), también se le sumaba la orden de no comer huevos.

En ese entonces, las familias los conservaban. Primero, los recubrían con una cera para evitar que se pudrieran. Y, con el paso del tiempo, se incluyó la tradición de pintarlos con colores para regalarlos a los familiares y amigos durante el domingo de Pascua.


TN Noticias – UCELCA

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