Se trata del dispositivo creado por el actual gerente de la Cooperativa de Santa Eufemia, para el encendido y apagado automático de alumbrado público en función de coordenadas geográficas y que quedó finalista en su categoría, innovación, en Tecnópolis, en octubre del año pasado.
Recordamos que el equipo fue creado para lograr ahorro en la electricidad consumida y simplificar el trabajo, ya que los dispositivos de fotocélulas y relojes programables que se utilizan actualmente en la red de iluminación pública, carecen de precisión y exigen horas de mantenimiento en mano de obra, por desgaste y renovación de baterías, entre otras causas.
Esta nueva invención tiene en cuenta la hora del atardecer y el amanecer, obtenida mediante un algoritmo de utilización en astronomía, que calcula el movimiento de los astros. Según las coordenadas geográficas de la población donde el artefacto sea instalado, se enciende y apaga el alumbrado público automáticamente tomando en cuenta el horizonte y los horarios del amanecer y atardecer.
El primer prototipo fue evaluado en luminarias de Santa Eufemia, donde el ahorro comprobado al emplear este dispositivo en relación a fotocélulas, fue cercano al 11 %.
Ahora testeo de componentes para su standarización.
En conversación con UCELCA, el joven gerente de nuestra cooperativa adherente, nos comenta que en este momento está en la tarea de contactar posibles proveedores de cada componente necesario para el equipo. Además de las pruebas de testeo para incorporarlos a la fabricación estandard.
Este proceso es complejo e implica acciones tan diversas como la fabricación de la placa para los componentes en China, o la impresión de los elementos plásticos en una impresora 3D que Lucas Giraudo compró especialmente para este objetivo.
«Trato de optar por la opción más económica para competir en costos con una fotocélula, que ahora tiene un precio aproximado de mercado de unos $ 400», nos explica Giraudo.
Consultado sobre la patente del dispositivo, Lucas se define partidario del principio del conocimiento compartido que permite avanzar en el desarrollo y «no poner piedras en el camino». «Si a alguien se le ocurre algo para mejorar este proyecto, ¡bienvenido!», afirma.
El Ing. Giraudo comenta aún asombrado, que nunca pensó que su invención trascendiera, él pensó el proyecto solo como una solución para ahorrar energía en su Cooperativa, pero el reconocimiento en Tecnópolis cambió la historia.
No hay fecha cierta de producción, porque reconoce que el tiempo no le alcanza. Debe compartir las tareas relacionadas al proyecto, con las responsabilidades de su rol de gerente de la Cooperativa de Santa Eufemia y con su joven familia, la que le dió un fuerte apoyo en esta iniciativa.
El nombre del nuevo dispositivo es testimonio del mundo que reúne sus afectos: VIPhy. Las iniciales del nombre de sus hijos, Vicente e Ignacio, y la letra griega con la que se denomina al ángulo en física y matemática.